Residuo peligroso, no siempre equivale a mercancía peligrosa

Que un residuo peligroso sea una mercancía peligrosa implica el cumplimiento de las disposiciones legales en materia de residuos así como las prescritas por la normativa sobre mercancías Peligrosas. Desde el momento en que una empresa se inicia en la correcta gestión de sus residuos y se enfrenta a un residuo, se le presenta la duda, ¿será según la normativa vigente un residuo peligroso?. Esta es la primera pregunta que se plantean las empresas una vez que han tomado conciencia de que generan residuos y los han identificado.

La caracterización de los residuos se considera el punto de partida para una correcta gestión de los residuos. Es fundamental conocer si un residuo es o no peligroso, ya que las obligaciones legales varían mucho de un caso a otro. Se trata de un proceso que en ocasiones, para ciertos residuos suele presentar dificultades. Po lo que la empresa recurrirá al uso de  unas  herramientas útiles para determinar la condición de un residuo.

Partiendo de la base de que el residuo objeto del estudio resulta ser peligroso, se presenta una segunda duda, ¿será según la normativa vigente una mercancía peligrosa para el transporte?, lo que parece indicar que hay que llevar a cabo otro proceso de caracterización, en este caso, para determinar si un residuo peligroso es o no una mercancía peligrosa.

Hay que tener en cuenta que no todos, ni tan siquiera la mayoría de los residuos peligrosos son mercancías peligrosas, pero en los pocos casos que lo son, lo son con todas sus consecuencias, y hay que cumplir con toda la normativa aplicable.

A lo que se quiere llegar, es que no simplemente se trata de un cambio de nombre con el mismo adjetivo, residuo vs mercancía, sino que ese cambio de nombre implica otra normativa, nueva documentación y disponer de personal cualificado, además de los requisitos aplicables a los residuos peligrosos.

De ahí la importancia de una correcta caracterización para no caer en el error de tratar a un residuo como mercancía peligrosa cuando no lo es, y viceversa, ya que las implicaciones son considerablemente distintas y además en ambos casos puede dar lugar a sanciones. Hay que cumplir con toda la normativa aplicable.